El toque Gilmour

Sin ser un Guitarrista específicamente virtuoso, Gilmour ha sabido reemplazar sus falencias tecnicas por sentimiento. De esta forma, junto al uso de pedales y efectos, consiguió armar un sonido absolutamente personal y único. Colegas suyos como Pete Townshend (The Who), Eric Clapton y Paul McCartney han repetido en varias ocasiones que la guitarra Gilmour es absolutamente irrepetible, además de ser reconocible apenas uno escucha una nota suya, lo que ocurre en la canción “No more lonely nigth” del mencionado McCartney.

Buena parte de la moral sonica de Gilmour se debe a su relación con la guitarra Fender Stratocaster, que a la larga se ha convertido en su mejor compañía. “Time”, la introducción de “Shine on you Crazy Diamond”, los vuelos intergalácticos del segmento medio de “Echoes” y sobre todo el emotivo réquiem de “Comfortably Numb”, elegido en un par de ranking recientes, uno de la revista Q y otro de una radio de los Ángeles, como el mejor trabajo en guitarra de la historia del rock, derrotando a emblemáticos de las seis cuerdas como Eric Clapton y Jimmy Hendrix. El música se ha convertido también en un referente en la ejecución del Lap steel o slide, guitarra que se toca en forma horizontal, pasando una barra de metal sobre las cuerdas, creando el alargado e hipnotizante motor sonoro de piezas como “One an these Days”, el coda final de “High Hopes” o las atmósferas de “The Great gig the Sky” y “Shine on you Crazy Diamond… Part. VI”

Mientras para la mitad de los seguidores de Pink Floyd. David Gilmour es apuntado como el responsable del giro mas pop que dio el grupo sus últimos dos discos de estudio, para el otro extremo están quienes defienden como el creador del sonido Blusero y espacial que se convirtió en marca registrada de los autores de Dark Side of the Moon. Quizás fue Syd Barret quien invento a la banda y Roger Waters quien le dio el concepto, matizando la música con sonidos ambiente, pantallas circulares y cerdos voladores, pero no hay duda que David Gilmour fue quien firmo la estampa sonica del grupo. No es casual que en su última gira en solitario, Roger Waters haya requerido de tres guitarristas para imitar el toque de su colega.